¿Cómo iba a ser ensayar a través de la pantalla? Para mí los encuentros con vosotros y vosotras cada semana, han sido como arribar a una isla donde las sensaciones sobre mi casa, sobre los objetos que hay en ella y los espacios, olores, sonidos y pequeños fantasmas que la recorren, han quedado amplificados y ocupados por vuestra presencia. No era como en la sala de ensayo, a la que llegas dejando un poco atrás la vida cotidiana para entrar a trabajar cuerpo a cuerpo. En el confinamiento ya no podíamos dejar de lado las intimidades porque estábamos conviviendo con ellas, de modo que no hubo más remedio que compartirlas con emoción.

Un universo fragmentario de sesiones de zoom, clips de video, fotos, textos escritos y grabados, dibujos, todo un baúl lleno de misterios para los que busqué una narrativa poética coherente, un fluir natural y un tratamiento pictórico potente. Y añadir la música, buscando en mi baúl personal composiciones que hice en el pasado cuáles podrían adecuarse para subrayar emocionalmente la poesía que emerge del video. Un viaje.

¡Parecía que el confinamiento producido por la Covid19 iba a acabar con nuestro sueño de creación del espectáculo de PI(È)CE para el proyecto Internacional CREATIVE RAPPORT! ¡A punto de empezar los ensayos, nos tuvimos que quedarnos tod@s en casa! Pero si algo hemos aprendido durante estos 9 años de trabajo con este proyecto de creación intergeneracional, es seguir creando incluso ante la adversidad. La pandemia nos lo puso difícil, y eso precisamente fue la ocasión para ¡reinventarnos! ¡Aprendimos a sacarle partido a la tecnología del trabajo online! ¡Fué impresionante comprobar cómo tod@s respondimos a esta nueva aventura virtual! Aprendimos, improvisamos, descubrimos nuevas posibilidades sobre la marcha. ¡Ahora toca compartir esta gran experiencia con el público! Será un estreno presencial en el Tantarantana con todo el protocolo necesario pero con la inmensa alegría de volvernos a ver, marcando distancia, y... ¡descubrir de lo que fuimos capaces! ¡Una locura virtual hecha presencia!

La pandemia nos ha conducido por un aspecto triste de esta experiencia del confinamiento, porque nos ha cortado el trabajo hecho con mucha ilusión por todo el grupo de PI(È)CE, pero también trajo consigo la satisfacción de haber aprendido a conectarme por ZOOM con todo el equipo y de trabajar desde casa haciendo pequeñas cosas. Me costó mucho llegar a aprender nuevas tecnologías a mis 80 años, pero con la ayuda de Julio, Constanza y Albert, y de los jóvenes, lo he logrado y estoy muy contenta de haber puesto un granito de arena con todos ellos, por lo tanto: gracias por vuestra paciencia. Un abrazo a todas y a todos y hasta pronto.

El taller me enseñó mucho a aprender de los demás; a escuchar, ver, comprender y sentir a través de mi pantalla. Fue mi primer taller a distancia y realmente aprecié muchísimo la profesionalidad de todo el equipo.

Este espacio ha sido para mi una agradable sorpresa. Compartir con los jóvenes, el baile, la alegría, la reflexión, desde el respeto mútuo, las miradas cómplices, la escucha. Perder el sentido del ridículo a los 70 años es un poco tarde, pero es muy gratificante. Gracias.

Al comienzo todo era un follón y se me hizo una montaña, pero con paciencia y buena voluntad (por parte de todo el mundo) nos salimos con la nuestra. Los primeros días era extraño tener a la gente cerca y a la vez lejos. Prefiero los ensayos cuando estamos todos juntos encima del escenario, pero estos ensayos "alternativos" me permitieron esperar con ilusión nuestros encuentros y romper la monotonía del confinamiento sola a casa. Gracias por vuestro acompañamiento durante el confinamiento.

Este trabajo que hemos hecho ha sido muy interesante. Era la primera vez que hacía un zoom y la cosa no acababa de ir bien. Me gustó trabajar con los jóvenes y observar el interés que ponían en el trabajo. Creo que la interpretación sin contacto físico nos unió.

Las sesiones de teatro de este proyecto me ayudaron a desconectar de todo, a tener esas pequeñas horas a la semana en las cuales podía liberarme y dejarme llevar. No conocía a ninguno de mis compañeros y eso podría haberme causado timidez- Sin embargo, todo lo contrario, todes me acogieron muy bien en su ambiente y ¡pude disfrutar de unas sesiones increíbles! Además, todes hemos compartido un poco de nosotres mismes en este proyecto, cosa que lo hace muy especial y... ¡no puedo estar más contenta de haber participado!

Aquí es fácil aprender a valorar, a dar espacio, a no juzgar, a estar abierta y a trabajar a partir de la experiencia. A veces todavía me siento como una extraña participando en algo muy íntimo, pero estoy realmente agradecida de poder formar parte del grupo y compartir su intimidad, su belleza, su transversalidad.

Primero quiero dar las gracias a Constanza y a Albert, porque gracias a ellos he podido hacer lo que me gusta.

Quiero decir que lo hemos hecho ha sido maravilloso, ni siquiera lo puedo expresar con palabras y espero volver a verlos en persona. Gracias.